BLOG

5 errores que cometemos al pedir el divorcio

5 errores al pedir el divorcio que se cometen

03/01/2022

La ruptura de un matrimonio es una experiencia difícil que conlleva tensión y dolor. Es un proceso complicado que varía el comportamiento y afecta psicológicamente. Por todo ello, es muy habitual dar pasos en falso y encarar la situación de manera equivocada. Hay que trabajar a nivel psicoemocional para alejarnos del conflicto de pareja y evitar esos errores al pedir el divorcio.

Desde Help Familia queremos ayudarte a identificar esos comportamientos que perjudican seriamente todo el proceso de divorcio. Sabemos que es un momento complicado pero existen ciertas conductas que conviene evitar para conseguir un divorcio respetuoso y consciente. Nuestro equipo de abogados acumula mucha experiencia en derecho de familia y está preparado para ayudarte con el trámite legal. Pero también, y esto es un factor muy importante, dispone de la sensibilidad apropiada para guiarte, aconsejarte y comprenderte.

Cuando se toma la decisión de poner fin a una relación matrimonial, la mejor forma de hacerlo es solicitar un divorcio de mutuo acuerdo o amistoso. Es el camino menos traumático para la pareja y para los hijos que puedan tener en común. El proceso es más sencillo y se basa en el diálogo, el respeto y entendimiento. Desde Help Familia podemos asesorar a la pareja en la adopción de esos acuerdos y guiarla en todo el proceso del divorcio amistoso.

Lamentablemente, en ciertas ocasiones, la pareja no consigue concretar pactos y la separación se convierte en un proceso más largo, difícil y complicado. Es entonces cuando se cometen errores y se adoptan posturas que resultan perjudiciales para todas las partes.

Estos son los 5 errores que cometemos al pedir el divorcio

1. Utilizar a los hijos

Lamentablemente este es uno de los errores más habituales que se cometen cuando una pareja inicia el proceso de divorcio. No hace falta decir que se trata de una conducta errónea y completamente reprobable. No son pocas las parejas que convierten a los hijos en armas arrojadizas de uno hacia el otro. Los transforman en mensajeros de reproches y manipulan su comportamiento para lastimar a la pareja.

El resultado de la actitud de los adultos repercute muy negativamente en las pequeñas y pequeños. El daño psicológico puede ser considerable y pueden aislarse, adoptar actitudes agresivas o iniciar un proceso depresivo. Es responsabilidad de los padres evitar esa situación. Por esa razón, es importante mantener al margen del conflicto a los hijos y protegerlos en todo momento. Una relación amable y dialogante entre los progenitores contribuirá a normalizar la situación. Los niños y niñas no sufrirán y podrán asimilar de mejor manera todo el proceso de divorcio

2. Ocultar información al abogado

Desde Help Familia hemos advertido que en muchas ocasiones, el cliente no da toda la información a su abogado. Ya sea por reparo, vergüenza o timidez algunas personas ocultan hechos, situaciones o explicaciones a su abogado. Evidentemente, eso es un error. Nuestro abogado es nuestro principal aliado: velará por nuestros intereses y trabajará para conseguir un acuerdo favorable. Además, siempre tendrá en cuenta el bienestar de los hijos, si los hubiera.

Por todo ello, es importante ofrecer toda la información posible a nuestro abogado. En Help Familia llevamos mucho tiempo asistiendo a parejas en divorcios y somos capaces de entender cualquier situación sin juzgarla. Somos profesionales del derecho de familia y nuestro único objetivo es proteger a nuestro cliente, sus intereses y los de sus hijos.

3. Hablar de nuestro divorcio con cualquiera

Esta cuestión va ligada al punto anterior y al trabajo que pueda desarrollar nuestro abogado. La discreción es un valor importante cuando se es parte implicada en un divorcio. Es conveniente no dar detalles del proceso a cualquier persona. La razón es muy simple: el boca-oreja funciona muy rápido y la parte contraria puede enterarse de la estrategia que va a desplegar nuestro abogado en el proceso. Si eso ocurre, la defensa del otro miembro de la pareja dispondrá de información para rebatir nuestros argumentos y tendrá más margen de maniobra y de reacción.

Todos sabemos que un divorcio es un procedimiento que puede generar malestar, nervios y ganas de hablar. Sin embargo, hay que mantener la mente fría y solo desahogarse con aquellas personas que sean de total confianza y puedan reservarse nuestras confidencias.

Cuando explicamos nuestro divorcio a los demás, opinarán. Y no siempre sus opiniones irán en sintonía de la de tu abogado. Confía en el abogado que tiene la experiencia y formación profesional necesaria para saber qué es lo que más te conviene.

4. Discusiones continuas y faltas de respeto

Si el matrimonio está roto y no funciona, es evidente que no se arreglará por discutir más fuerte o gritar más alto. No nos cansaremos de insistir en que los acuerdos y el diálogo son el camino más efectivo para conseguir el divorcio. Hay parejas que se enfrentan una y otra vez, que adoptan una actitud irrespetuosa, que gritan, que insultan… en definitiva, que convierten el proceso en una sucesión de reproches que no llevan a buen puerto.

Es evidente que el fin de una relación no es una situación agradable. Que existen muchos momentos de duda, de tristeza y de soledad. Todo ello, a veces, termina en reacciones desproporcionadas y combativas. Sin embargo, conviene mantener la calma y no embarrar más el camino. Respeto, diálogo, acuerdos y asesoramiento profesional de un abogado de familia son las claves para conseguir un resultado óptimo para ambas partes.

Ayuda mucho adoptar la decisión de divorciarse antes de llegar a esa pérdida de respeto. Cuánto mayor sea la conflictividad en la pareja, más difícil será que exista un clima de diálogo que permita alcanzar un divorcio amistoso.

5. Ver el divorcio como un final y no como un principio

Tal vez, este sea el punto que más reservas pueda crear. Ya hemos apuntado las repercusiones que puede tener un divorcio sobre una persona: tristeza, soledad, desánimo, pesadumbre… Es lógico pensar que a esa persona le cueste ver ese momento de su vida como un principio y no como un final. Sin embargo, es así como hay que afrontar la situación.

Nuestra vida ha cambiado, eso es indiscutible, pero eso no es sinónimo de final. A partir de ahora, se trata de continuar con nuestra vida de manera diferente, cerrar unas puertas y abrir otras. Tal vez suene cursi, pero es así de cierto. Es importante apoyarse en la familia y los amigos y encarar el futuro con optimismo. No se trata de ser ingenuos e ilusos. Tendremos momentos de debilidad, pero debemos tomar las riendas y ser conscientes de que tenemos una oportunidad de seguir adelante y ser igual o más felices de lo que éramos antes.

Cuando hay hijos menores en común, el divorcio tampoco es el final de la relación con tu ex pareja. El divorcio es el principio de una nueva relación, cuyas características y límites se fijaran en este momento y que perdurará durante varios años, por lo menos hasta que los hijos sean económicamente independientes.

Abordar un divorcio es un ejercicio de diálogo, comunicación asertiva y entendimiento salpicado de conflictos y momentos amargos. Sin embargo, todo será más llevadero si lo hacemos desde una actitud positiva y generosa. Por esa razón, te hemos expuesto los 5 errores que cometemos al pedir el divorcio. Evítalos y el proceso será más amable para todos los implicados.

En Help Familia ponemos a tu disposición un equipo de abogados con gran experiencia en procesos de divorcio. Nuestros profesionales velarán por tus intereses, protegerán a tus hijos e hijas y te asesorarán de manera competente.

Puedes contactar con nuestro despacho de abogados de Help Familia acudiendo a nuestras oficinas situadas en el centro de Lleida o hacer uso de nuestro servicio online o videollamada.